Abandonada
Habítame, tristeza,
estas endechas de cuerpo,
permite que me hunda en él,
pozo ciego de honda amargura,
pena tan asidua,
deja ahora que sienta
más allá de lo que mis brazos alcancen,
sumérgeme, barco oscuro de la miseria
en esta fosa negra de alquitrán,
escuece con brea estas alas de albatros,
negras olas del pesar, en la fina arena
ya nunca me abandones
ya nunca me dejes
sola
permíteme ser pura alma descarnada
pústula bajo la llama ardiente del
sol del mediodía
úlcera por donde brotan mis lágrimas
cáncer, peste, fístula
cauteriza con tu hierro incandescente
toda alegría que compense
mi extraño solitario errar
vacíame
conviérteme en fantasma
abandóname a mi suerte
voy hacia la muerte
alma de mi alma