Ahora soy esto
La fachada derruida de una casa en escombros
Una ventana ojo vacía
El marco de una puerta sin puerta que da a la nada,
rodeada de un bosque de pino y piedra
Un fantasma sin rostro que levita,
una gasa blanca cubre mi rostro
Un traje de baño de dos piezas con volados,
hecho de cactus con pinchos en medio del desierto,
sonrío con mis rizos rojos, encima de la gente
enterrada debajo de mis pies
Un caballo aburrido y solo detrás de una tranquera,
me pusieron ahí no sé por qué
y ahí me dejaron
Una silla amarilla en una sala desierta en un teatro a cuya función
nadie asistió, donde nadie se sienta, sin escenario ni decorado
pero cortinado cobalto
Un pato negro y un pato blanco que nadan plácidos,
opuestos e invertidos, ignoran lo que ocurre,
en un estanque cristalino un día traslúcido de otoño
El caballito sin pintar de una calesita
arrumbado en un patio de paredes altas y rosadas
Una vieja mala y fea con escopeta y tapado
Una araña tigre que vive entre los osamenta de un antílope
enorme en África que con su nariz ausculta
a cuánto se encuentran los leones que le comerán
Una raíz de un árbol gigante más viejo que las pirámides
con forma de mano, la izquierda,
anudada de lupus, reuma, artritis
Un fresco inconcluso en una pared de yeso abandonado,
una joven narcoléptica se desmaya entre flores y agua,
una mixtura burda entre los prerrafaelistas y Klimt
Otra vieja de mierda, con mal carácter,
ceño fruncido, boca enjuta, y lengua seca,
correosa y fruncida que te hace FUCK YOU,
en su batón blanco y una tasa de café aguado
está frío
Un delfín rosa en un océano de aguas servidas demasiado caliente,
salta, de todas formas, como el tigre en el poema de Felipe
y piensa que es él a quién aplauden cuando toman la foto
Una mujer fracasada en chancletas, corpiño y bombacha rosa bebé
fuma sola delante de la tele
Una familia entera durante la fiebre española en 1918
con mascarillas, incluido el gatito que un papá que realmente
me quiere y está presente lleva en brazos en Palestina
Un unicornio encerrado en un corral muy estrecho,
en un tapiz colgado de la pared de un museo al que asisten los turistas
Luces teclas pantallas ruido
siempre encendidas
Ahora soy esto