Dejo aquí algunas versiones de viejas traducciones que tal vez en breve haga libellus. Espero busquen y encuentren el poema original del cual parten estos.
Juana
A nada sino a ésta prestále tu atención y
prestále tu atención en esto:
¡Cuán insignificante es aquello que me negás!
A mí me picó primero y ahora te pica a vos.
Aquí, nuestras dos sangres están mezcladas.
¡Confesálo!
No puede decirse que esto sea
un pecado,
una vergüenza,
la virginidad perdida.
Disfruta, ella, mientras corteja, consentida
se hincha con una sangre hecha de dos.
…esto es más de lo que nosotras haríamos.
Esperáme y
perdoná tres vidas en una,
donde casi más que casadas estamos.
Ésta es vos y es yo, es nuestro lecho nupcial,
es templo de nuestra alianza matrimonio.
Los padres gruñen.
No obstante,
permanecemos unidas, enconchadas
en estas paredes de azabache vivientes.
Aunque tengas el poder de matarme, no lo hagas.
Qué no se agregue al sacrilegio
tu suicidio también,
tres sacrificios al matar a tres.
¿Cruel y repentina,
ya tenés tu uña
manchada con la inocente
sangre púrpura?
¿En qué era culpable,
excepto en la gota que te extrajo?
Triunfaste.
Y ahora decís que no nos encontrás más débiles.
Es verdad.
Entonces aprendé
cuán falsos son los temores:
Tanto honor perderás cuando te entregues a mí,
como la muerte de esta pulga tomó de tu vida y de la mía.
Sulpicia
¡Al fin llegaste Amor!
Con tal intensidad que me es más vergonzoso negarte que afirmarme.
Fingir que nada ocurre.
Me alegra haber cometido esta falta.
Revelarlo y gritarlo.
¡Qué los vecinos sepan!
Conmovido por mis promesas, te apoyó contra mi vientre.
Cumplió Amor con su palabra.
Te atrajo hacia mí.
No, no quiero confiar esto a la estúpida intimidad de mis notas.
¡La que no tenga su historia que cante la mía!
Me da asco componer mi rostro por el qué dirán.
¡Qué se diga entonces: digna de vos estuve con vos digna!
Lesbia
Ella me parece semejante a una diosa,
Si me lo permiten, diría aun mayor,
Ella me parece semejante a una diosa.
Sentada frente a vos constante te contempla,
Te escucha dulcemente reír.
El corazón aletea dentro de mi pecho
Con sólo mirarte un minuto
Me siento miserable, pierdo mis sentidos:
El temblor me captura entera
Ninguna voz me queda en la boca
La lengua se astilla
El sudor galopa en llamas por debajo de la piel
Los oídos retumban con su propio sonido
Lámparas gemelas cubiertas de noche.
Demasiado tiempo libre
Me exalto, me regocijo.
Demasiado tiempo libre
Valerio
Te Odio pero Te Deseo.
¿Por qué me pasa esto?
No me preguntes.
Lo ignoro.
Pero es así y me parte al medio.
………….
Poemas, poemas de otros,
-otrora hicieron felices a prósperas ciudades, a reyes y a poetas-,
triste limosa que le dejaron las horas a los siglos…